Qué es el crecimiento empresarial?

El crecimiento empresarial es el proceso que una compañía implementa para mejorar sus estrategias y alcanzar el éxito en determinados aspectos, según sus necesidades u objetivos actuales. Este crecimiento puede lograrse a través del aumento de ingresos por un mayor volumen de ventas o de sus servicios. 

Importancia del crecimiento empresarial

El crecimiento empresarial permite que la rentabilidad de una empresa se incremente. Esto se logra a través de acciones como:

  • Aprovechamiento de nuevas oportunidades de mercado
  • Expansión de tus productos o servicios a otros territorios
  • Respuesta a las demandas de tu mercado
  • Aumento de la participación en el mercado y capitalización de tu marca
  • Estímulo a la innovación para diferenciarte de tus competidores

Además, es importante por otras razones: contribuye a captar nuevos clientes, conservar a los trabajadores de talento y mejorar las condiciones laborales de los colaboradores. También permite apostar por nuevos productos y servicios, consolidar un área de desarrollo o simplemente llegar a nuevos territorios.

Diferencias entre crecimiento y desarrollo empresarial

Aunque el crecimiento y el desarrollo empresarial son conceptos que se refieren a la evolución de la empresa, se enfocan en campos distintos de esta transformación a lo largo del tiempo.

  • El crecimiento empresarial es un concepto preponderantemente económico. Se encarga de aspectos como el volumen de los activos, las utilidades, la rentabilidad, las ventas y la productividad. Todos ellos son conceptos que se refieren a la eficiencia empresarial y el rendimiento económico.
  • El desarrollo empresarial, por otro lado, es una idea que abarca aspectos cualitativos, como las experiencias de los trabajadores, los valores empresariales, la cultura laboral, la ética, la filosofía empresarial, el desarrollo personal y mucho más. 

No obstante, tanto el crecimiento como el desarrollo empresarial están vinculados. Si una compañía no cuida los aspectos cualitativos, difícilmente puede alcanzar ese grado de optimización que permite el crecimiento económico y estratégico en el mercado.

Las 5 fases del crecimiento empresarial 

Existen fases dentro del crecimiento empresarial que, adaptándolas y manejándolas eficazmente, generan una evolución mucho más rápida y sostenida. 

Durante su avance podrás ir viendo poco a poco cómo tu organización toma una forma más sofisticada; tus procesos se van haciendo cada vez más estratégicos y acoplados a tu tipo de industria y empresa. 

Aquí están las etapas del crecimiento empresarial: 

1. Existencia

En esta primera etapa, las empresas deben concentrarse en obtener clientes y ventas. Hay muy pocos involucrados dentro de la organización. Incluso, hay veces en que solo el dueño o fundador es quien se encarga de todo el proceso empresarial. 

La ventaja de esta etapa es que puedes explorar las oportunidades que tiene tu empresa y las alternativas que pueden tomarse. Esto se logra siempre y cuando se aumente el valor de tus productos o servicios y se brinde una mejor experiencia a los clientes. 

En este momento tu empresa exige toda la atención posible. La construcción de una base de datos sólida requiere de incentivar a los consumidores. Esto puede ser por medio de muestras o pruebas gratuitas para que las personas puedan conocer las funciones y el valor de tu mercado. 

Desafortunadamente, hay muchos negocios que no logran obtener la atención necesaria o hacen malas inversiones que los dejan sin capital.

Hay dos razones en común por las que esta cifra se sigue manteniendo: la ausencia de un plan de negocios y la falta de un modelo de ingresos que brinde viabilidad financiera. Por ello, es importante capacitarte y encontrar los estímulos financieros que se adapten a tus posibilidades y necesidades

2. Supervivencia

En este momento, tu empresa ya cuenta con suficientes clientes y tu oferta de productos o servicios es capaz de mantenerlos satisfechos. 

Ahora, lo más importante es planear y proyectar los flujos de efectivo, con el fin de hacer pronósticos acertados sobre el crecimiento de la empresa. Además, prevé posibles riesgos financieros que pudieras enfrentar. Algo común dentro de esta etapa es estancarte en una zona de confort porque tus ventas te satisfacen, pero no seguirás avanzando. Si tu deseo es continuar, tal vez necesites el apoyo de algún estímulo financiero que te ayude a progresar.

3. Éxito 

Para esta etapa tu empresa ya tiene presencia en el mercado y es rentable. Los procesos ya no recaen solo en ti, sino en un equipo más grande y en diferentes áreas empresariales. Aquí tienes dos opciones: potenciar las oportunidades que tu negocio está brindando para seguir creciendo o mantener tus fuentes de ingresos tal como están para realizar otras actividades (como la fundación de otra compañía). 

En este sentido, no hay una decisión correcta o incorrecta: solo tú podrás decidir el rumbo de tu empresa. Quizá no seguir creciendo sea la alternativa más viable, debido a la economía del momento o si la demanda de tu mercado está muy saturada. Recuerda que ya cuentas con solidez financiera, por lo que permanecer aquí es entendible. 

Ten en cuenta que, si ya no quieres avanzar, debes dejar en buenas manos tu empresa para que se conserve con creces. De lo contrario, podrían disminuir las ventas y habrá un retroceso. 

4. Despegue 

Para lograr el despegue es vital que tu organización se expanda internamente, es decir, que cuentes con más personal y áreas para su manejo. Como dueño, tienes que empezar a delegar tareas y confiar en las personas de las que te rodeaste. 

Esto tiene por objetivo retener talento humano que sea eficiente y evitar inversiones innecesarias en nuevas contrataciones. Además, aumentas la productividad de tu empresa si tienes un líder capacitado en cada una de tus áreas y garantizas que toda la operatividad de tu compañía estará lista para la próxima y última etapa. 

Una vez que hayas conformado a tu equipo de trabajo, dótalo de las mejores herramientas para que puedan desempeñar su trabajo de manera más funcional.

5. Madurez 

En esta etapa lo primero que necesitas es estabilidad. Los cambios organizacionales que hiciste en la etapa previa comenzarán a visualizarse. Esto te dará un panorama amplio de tus decisiones y la oportunidad de cambiar o agregar estrategias para evitar errores.

En la etapa de madurez, tu empresa tiene que perder el miedo a innovar y diversificar productos o servicios. Tus clientes se han mantenido contigo; si deseas seguir expendiéndote, lo mejor es que explores nuevos territorios. Puedes aumentar tus líneas de producto o pensar en sucursales en otros lugares. 

Y aunque has logrado llegar hasta esta meta, no puedes confiarte. Las tendencias de mercado y los desplomes financieros pueden llegar a afectarte si no estás preparado para afrontarlos. Por ello, realiza una planificación estratégica que te brinde apoyo para identificar oportunidades y prevenir las situaciones de crisis.

Qué tipos de crecimiento empresarial existen

El crecimiento de un negocio se mide por las ganancias y la participación en el mercado. Se requieren estrategias para enfrentar diferentes situaciones financieras y la competencia. 

1. Crecimiento empresarial orgánico 

El crecimiento orgánico es uno de los más básicos en el mundo empresarial. Precisa de varias combinaciones de estrategias que alienten a construir una empresa más grande. Un ejemplo de este modelo de crecimiento es agregar nuevos canales de distribución o vender un producto nuevo que aumente su vertical y se ofrezca a la base de clientes actual. 

La obtención de resultados puede efectuarse mediante un aumento de financiación por parte de accionistas o por inversión de beneficios en el negocio. Y si bien es funcional, su principal desventaja es que, al ser más tardado, les da oportunidad a los competidores de ampliar sus ventajas competitivas. 

2. Crecimiento empresarial externo

Este modelo de crecimiento se lleva a cabo a largo plazo e implica fusiones y adquisiciones. Se presenta cuando las empresas han llegado al límite de su crecimiento empresarial orgánico, por lo que requieren un mercado nuevo; por ejemplo, la creación de productos adicionales para incorporarlos al inventario ya existente. 

Este tipo de crecimiento consiste en la búsqueda de financiación externa o adquisiciones, con el fin de lograr la expansión. Está claro que se corre el riesgo de que la empresa quede en manos de accionistas u otra organización. No obstante, da lugar a un crecimiento más acelerado que el modelo orgánico. 

Aunque es un modelo de crecimiento muy funcional, el hecho de compartir acciones y porcentajes con una contraparte puede generar diferencias de tipo cultural u organizativo, desacuerdos en procesos o tácticas o el aumento en la complejidad de la gestión de recursos humanos. 

3. Crecimiento por fusión

Cuando dos corporaciones se integran para formar una nueva. Existen varios tipos de fusión y, aunque no ahondaremos en cada uno de ellos, vamos a enunciarlos:

  • Conglomerado
  • Fusión vertical
  • Fusión horizontal

En general, la fusión empresarial conlleva la integración del patrimonio de dos empresas independientes para formar una nueva entidad. El problema con las fusiones es que pueden incurrir en la monopolización o la evasión de obligaciones fiscales, cuando una de las partes está ubicada en un país con una política fiscal muy diferente.

La fusión permite, entre muchas otras cosas:

  • Acceder a nuevos mercados
  • Competir a nivel internacional
  • Reducir costos gracias a las sinergias de otras empresas
  • Integrar nuevas metodologías, estrategias y aprendizajes
  • Mayor capacidad de crédito

4. Crecimiento estratégico

El crecimiento estratégico se refiere a la búsqueda de estrategias diferentes de las que utiliza la competencia para tratar de posicionarte en el mercado. Este tipo de crecimiento conlleva análisis de largo plazo para identificar las oportunidades, según la industria, el modelo de negocio y la capacidad financiera de la empresa.

Para entender el potencial estratégico de una empresa, hay que estudiar aspectos como:

  • Los objetivos a largo plazo del negocio
  • Riesgos y medidas para mitigarlos
  • Alianzas estratégicas
  • Adquisiciones potenciales
  • Transformación de la cadena de valor
  • Tendencias en el mercado a mediano y largo plazo
  • Diversificación de las actividades productivas

En la medida que tengamos una idea clara de hacia dónde puede dirigirse una corporación, será más fácil determinar las estrategias que harán de ese objetivo una realidad.

FUENTE: https://blog.hubspot.es/sales/crecimiento-empresarial